26 nov 2012

Una de Zombis

Cuando una película es tan, pero tan mala que se vuelve buena
Texto: Aleister (Uriel) Sánchez

Viendo lo popular que se han vuelto los zombis en esta última década dudo que la calidad de sus películas, comics, o videojuegos siga manteniéndose en pie y es que no me dejaran mentir pero nuestros amados cadáveres reanimados antropofágicos se han vuelto más un sucio producto de mercado que un avatar del horror humano. Sus variantes se han vuelto tan diversas a lo largo del tiempo, zombis come cerebros (Return of the Living Dead/ Dan O'Bannon), infectados (28 Days Later/ Danny Boyle), zombis mutantes (Resident evil/Paul W. S. Anderson), zombis gays (Otto or up with dead people/ Bruce LaBruce), porno zombi (Porn of the Dead/Rob Rotten) y hasta zombis de caramelo (Adventure Time/Pendleton Ward) entre otras retorcidas creaciones del submundo, pero lógicamente el zombi que se ha tatuado en nuestras pesadillas (y corazones) es el clásico ser putrefacto y mal parido que se alimenta de carne humana, tal como los hemos visto en los trabajos de Romero, Lucio Fulci, entre otros.

Dentro de estas hibridaciones la más consumida ha sido la comedia zombi. Películas como Braindead, Shaun of the dead, zombieland y hasta la más reciente Juan de los muertos han dejado huella en nuestra memoria y grandes sonrisas en nuestras caras, por el simple hecho de que saben mezclar bien el gore y el humor negro, dándonos ácidos y divertidos resultados donde los tremendos y sangrientos bacanales de estas nobles criaturillas nos causan más risa que horror. Pero no se dejen engañar mis amados consumistas del cine de terror, no todo lo que tiene zombis en el titulo es bueno ¿Por qué? Por Una de zombis, comedia española que nace en el 2004 dirigida por el infame Miguel Ángel Lamata y producida por nuestros amados e icónicos Amiguetes Entertainment (Casa productora de Sergio Segura). Sinceramente no he seguido el trabajo de Lamata desde que vi esta película, pero no dudo en decir que me han quedado ganas de ver sus obras más recientes, muy al pesar de muchos de mis colegas pues “Una de Zombis” fue un Boom de lo aberrante, arraso la critica con las opiniones más negativas y los insultos más desquiciantes, el filme en si puede ser resumido tal como “una reflexión alegórica sobre la muerte y la génesis del arte, pero con chistes, sangre, y sexo narrado de una forma no convencional con flashbacks y demás mamadas” y quizás sea por la absurda cantidad de drogas que consumo al día o mi inevitable locura y absurda atracción por lo mal sano pero la película me gusto.

La película comienza con una serie de sucesos desconcertantes, de buenas a primeras vemos la muerte del narrador “caspas” interpretado por el buenazo de Miguel Ángel Aparicio quien nos devuelve y revuelve varias veces en una serie de recuerdos (algunos inservibles) contándonos un cuento que nos aclare cómo llegaron a tener tanta mierda hasta el cuello. Después tenemos a Aijón (interpretado por Aijón el guionista adjunto del filme) un friki pasado de peso que se ve metido en un lio muy gordo cuando es echado de casa por su aparente falta de empleo, su viejo le presta las llaves de su departamento donde el joven inadaptado se pone a escribir el texto que lo saque de su miseria, hasta allí la lógica no se va a tomar por culo pues los problemas del vago este son comunes y bastante creíbles, el asunto de lo irreverente viene después cuando Caspas se introduce en su propia narración haciéndola del clásico hijo de puta metalero con los huevos bien puestos y unas ganas tremendas de joder al prójimo, el tipo trabaja como locutor de un programa de radio donde su principal atracción es tocarle los cojones a quien ose llamarle al fon y presentar personajes siniestros y podridas bandas de black metal.
Aijón busca la ayuda de Caspas para comenzar su epica búsqueda de crear una película que sea un rotundo fracaso, al principio este se niega y Aijón desilusionado y ebrio vuelve a casa cuando ve el asesinato de un tal “Tomasin” a manos de “Johny Maldad” un gánster calvo con mucha mala leche.

Caspas es despedido por haberse metido con los anticristos y decide ayudar a Aijón con la cinta, en su travesía conocen a Karla una chica con más nicotina que sangre y al Duene un cabron fumadroga que gusta de vaciarle kilos de plomo a quien ose meterse con él. Karla los lleva de rol por los aposentos de varios productores para conseguir plata para la película pero las cosas no acaban muy bien así que Caspas decide vender el viejo departamento de Aijon a los anticristos solo para reportar que no le pagaron ni un 5, las cosas de verdad se empiezan a caer a pedazos cuando Aijón y el Duende encaran a Johny Maldad y terminan descubriendo que los anticristos son unos putos zombis al servicio del malvado entrecot “Santiago segura” quien planea dominar al mundo con su ejército de muertos vivientes.

Es tentadora la idea de ver al Buen Santi manejando a placer una banda de pandilleros no muertos para sembrar el caos y el terror por todo Madrid, cosa que no está muy lejos de la realidad, pero aún con ese detalle encima la cinta nos queda a deber litros de sangre y morbo, aparte de que los jodidos zombis que le dan nombre a esta película brillan por su ausencia ya que a pesar de que son “Muertos resucitados” no se sienten como tales, carecen de las características vitales que le dan tanto peso al concepto.
Por otro lado los chistes son buenos a pesar de que la mayoría de ellos giran en torno a las paradojas literarias y a los confusos simbolismos que pretender vendernos como profundas reflexiones, ¿Pero entonces, vale la pena “Una de zombis”? Si, por el simple hecho de que cumple su función, entretiene y provoca una que otra carcajada que sin duda nos dejara con una mueca acida de despreocupación.

Sobre todo porque la película es una parodia de sí mismo y no se toma en serio, creo que ese fue el principal problema de ella, que la mayoría de los críticos veían solo un ejercicio falto de claridad y de motivaciones explicitas, pero a mi parecer la cinta debe de ser así pues son precisamente estos puntos lo que le dan la fuerza para no pararnos y cambiar el dvd, todo lo demás es simple relleno, olvídense de los zombis, no los van a encontrar aquí, pero si van a encontrar frases faloperas de sentido cómico, pelirrojas guapas, chistes negros y una retorcida visión de lo que sucedería en caso de realizar un guión con litros de LSD en el café.
Aunque el final se me haya hecho completamente decepcionante, muy simple para una película que se disfrazo de compleja desde el principio, cuya narrativa esta prediseñada para confundir al espectador, con actuaciones que si bien no son malas podrían haber sido mucho mejores.


Suaves vibras y dulces pesadillas.

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