23 mar 2017

Segundo Parcial

Advertencia: Esta exquisita narración corresponde a mis experiencias como larva filosófica en la materia antes nombrada, conlleva mi reflexión, opinión y vivencias durante el segundo parcial, que comprende básicamente el último mes de clases, así que seré breve.

¿Cómo puedo comenzar está redacción? El profe Monreal dice que tenemos que echarle ganas a nuestro texto, porque no solamente servirá tal cual herramienta de evaluación, sino que también hablara de nuestra “tremenda” capacidad como filósofos para describir nuestra realidad, mostrar nuestro crecimiento académico y detallar nuestras circunstancias, pero sinceramente, después de tomar la materia de filosofía política (por segunda ocasión), es un jodido milagro que no me haya querido suicidar… (Otra vez) Explicare por qué.

Es difícil ser feliz en estos tiempos y sobretodo vivir en armonía con nuestros semejantes, imaginen lo cabron que se torna todo cuando en clases desmenuzamos los grandes misterios políticos, conceptos como “el estado” se nos sirven en la mesa de análisis para su desarticulación, estudio, y critica, imaginen lo difícil que es mantener la cordura mientras pensamos en las prescripciones éticas que realiza la filosofía a las concepciones políticas para un ejercicio adecuado de la misma e imaginen mi sorpresa cuando cotejo dichas nociones con mi apestosa realidad, no es divertido enterarse de como las diversas ideologías que sirven al aparato sistémico estatal manipulan al individuo de formas retorcidas y demenciales que ponen en crisis mi mundo.

Comenzamos el parcial introduciéndonos al pensamiento filosófico-político de del renacimiento y la ilustración, así que obviamente le hicimos una autopsia a mi querido amigo Maquiavelo, un burócrata florentino que fue traicionado por los Médicis y encerrado injustamente, para ganar su libertad esgrime el Príncipe, dirigido a su compa Lorenzo (el vato que lo había encerrado en un principio) y pues, así la cosa, Maquiavelo se gana su libertad al hacerle la barba al chido, lamentablemente, poco tiempo después, el principado italiano se desmoronaría. Pero bueno, “El príncipe” es un texto muy chido, al cual le achacan el título de “El primer tratado de ciencia política”, ¿Por qué? Bueno, fácil, resulta que hasta ese momento todo el que había escrito sobre política lo había hecho en un tono de “uy si, esto no es política, política debería ser así” con tonos muy éticos e idealistas sobre el asunto (imagínense que Platón quería que los filósofos gobernasen), Entonces mi amigo Maquiavelo se quita de encima el plano moral y comienza a detallar de forma histórica como “debe” de gobernar un príncipe chido, terror, muerte, conspiraciones, traiciones, estrategias bélicas, armas, sangre y todo con un tono de recomendación, yo me lo imagino así

Maquiavelo: -“Oye Lorenzo, yo sé que eres bien chingón, pero… ¿No has pensado en matar a esos infelices de por allá?”
Lorenzo: -“No… ¿Por qué?”
Maquiavelo: -”Bueno hermano, es que esos tipos quieren levantar una república, y más vale un príncipe temido, que uno amado”
(Spoiler, parece que Lorenzo no le hizo mucho caso a Maquiavelo)

Nos pasamos un ratote con Maquiavelo, mis compas se aventaron la Mandrágora y los discursos de Tito, donde habla del clero y la república, y bueno aparte de las sabrosuras de charlas que nos aventábamos en clase, Rodolfo nos dejó hacer infografías, yo supongo que “para llevar el conocimiento a aquellos que les da hueva leer tanto” no sé, para eso son las infografías y la neta, pues estamos medio weyes con esto del diseño, pero progresamos mucho a lo largo del mes.

Se las presumo

Por Último, tenemos que leer un texto completo, a mí me toco Hobbes, el Leviatán, está súper chido, la neta lo pedí por que el nombre está muy atractivo, aún no lo termino, pero me está gustando mucho, esperen la entrada del leviatán, see you later space cowboys.

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