30 oct 2011

Detonación

"El fuego nunca muere solo."

Las llamas avivaron en los ojos de aquel funesto hombre, mientras su cigarrillo amenazaba con mezclarse entre aquella masacre, la piromanía que había estado tratando de ocultarle a su familia durante años, al fin les había sido revelada, lo horrible era que lo habían descubierto de la peor manera… sus cuerpos aun con rastros de vida se revolcaban sobre brazas ardientes mientras su piel devorada por el fuego dejaba en el ambiente un asqueroso olor a carne quemada, sus hijos ahora no eran más que un par de cúmulos de porquería que gritaban cuando sus ojos abrumados por el calor eclosionaban y reventaban de formas completamente aberrantes, cuando las llamas hubieron calcinado todo lo que él amaba, cayado y ausente se subió a su vieja minivan, el vehículo estaba cargado con kilos de plástico explosivo, su arte, su obra final dejaría una gran huella en la ciudad, literalmente…

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