La triste realidad

¿Han tenido mascotas? Ya saben lindos animales de compañía que se juegan la suerte de vivir de lo que nosotros les damos, pues yo tengo varias y he de confesar que ayer se murieron 4. ¿Duro golpe?... no, no tanto, eran peces y esos animales del demonio son más frágiles que el autoestima de una bulímica después de cenar, les contare como estuvo el asunto.

El viernes se hizo la parranda con una amiga, fuimos a “deleitarnos” al Café love (estoy siendo sarcástico) de la música de un grupo cuyo nombre no recuerdo pero que tocaba covers de Oasis, el evento estuvo demasiado regular como para ser catalogado, tragos, mal vocalista, buenas mujeres y limones más grandes que mis esperanzas de conquistar a la chica que me gusta, si, eran inmensos, de esos que utiliza godzilla para darle sabor a sus tacos, así que como me emocione bastante les tome una foto para que cuando tuviera la oportunidad de contar mi relato no me creyeran más loco que lo que ya estoy.

Total, la noche se alargo más de lo que yo esperaba y termine llegando a mi cama al amanecer, no me preocupo, al día siguiente no había por qué levantarse temprano…

Una voz intento levantarme a eso de las nueve de la mañana pero mi inconsciente hizo caso omiso de aquellas dulces palabras que decían: “Hijo levántate, ayúdanos a cambiar el agua a la pecera”, Claramente decidí seguir durmiendo y entre manotazos darle a entender a mi progenitora que su hijo había muerto y que resucitaría más tarde, confiado de que mis viejos fueran lo suficientemente hábiles para limpiar el acuario volví a mi segundo sueño.

 Grande fue mi sorpresa unas horas más tarde, recupere mi estado de vigilia y decidí ir a la cocina por un aperitivo, era lógico que me iba a llamar la atención como todos los miembros de mi familia estaban pegados al vidrio de mi acuario, murmuraban y se miraban unos con otros, yo primero le di gusto a mi apetito y me prepare un sándwich, ya con medio emparedado en la boca fui a fisgonear lo que todos miraban… zaz!!!
Peces muertos flotando en mi pecera.

 El Ojón T.T

-¿Qué Chingados paso?, voltee a ver a todos y no encontré culpable… ¿Pero qué chingados le paso a mis peces? ¡El ojón esta muerto! (Y el ojón era mi favorito)
-Nada mijo, no más les cambiamos el agua
-¿¿Qué agua usaron??
-La de siempre, la de la llave
-¿Les pusieron el Azul y el Anticloro?
-No
-Quizás haya sido eso
(Les puse Azul de metileno y Anticloro) 2hrs después había tres peces muertos en la pecera y uno nadando de cabeza
-¿Qué les paso?, ¿Cómo les cambiaron el agua?
-Con la bomba y la manguera
-¿Así no más?
-Si
-Bueno hay que cambiarlos… ¿Y la cubeta de los peces?
-¿Cubeta?¿Cual cubeta?
-Donde metieron a los peces cuando les cambiaron el agua
-No usamos cubeta
-¿Entonces como le cambiaron el agua… con los peces adentro?
-Si

Finalmente había encontrado la causa de la mortandad de pececitos, fueron aplastados con la presión de la bomba, no podía culpar a mis padres, ellos habían actuado de buena manera y yo los había abandonado a su suerte en la encomienda, le había fallado a mis peces… para aliviar mi dolor se los di de comer a Nas, mi gata cósmica, quien se alimento de su cuerpo y les dio un lugar en la cadena alimenticia(que es mejor que arrojarlos por el escusado).

En otras noticias, hoy vi una piñata con campo de fuerza

No se nota muy bien, pero la piñata estaba armada con un enorme conjunto de globos a su alrededor y los golpes de los niños rebotaban como de película de ciencia ficción se tratase, afortunadamente para sus caries un valiente se columpio de ella desprendiendo su poderoso caparazón de aire.

Uriel, Cambio y fuera.