"Los milagros infernales son artistas con las flamas: pintan el mundo con fuego."
Me encontraba quizás en un estado postmortem mientras me bebía mi clásico capuchino con whisky, al mismo tiempo que me deleitaba con las brutales imágenes escatológicas de “
The Human Centipode 2” si la dos, más mierda, más sangre, más horror (suena a un buen coctel) fue entonces que sonó el timbre.
Como es costumbre no me pare abrir la puerta y es que siendo sincero, nunca espero a nadie, preferí quedarme a disfrutar de cómo Martin les grapaba la boca al culo a sus gimotiantes victimas, afortunadamente la servicial de mi madre se preocupo por saber quien estaba tras la puerta, segundos después entra en mi alcoba (si, alcoba, remodelada y bien chingona) me pinta unos ojos tremendos y me dice:
-Hijo, te buscan… (¡Carajo! ¿A mí? No, no creo… igual y se equivocaron, hace meses que nadie viene a buscarme… fue allí cuando empecé a fantasear, y lo primero que visualice fue a una chica con una escopeta, y es que “
Mártires” me dejo muy claro que eso de saber con antelación a quien le abres la puerta es de vital importancia)
Es Viridiana (Holly shit!! Seguro si trae una escopeta o algo peor)
-¿Ah sí? (claro, por primera vez en semanas mi madre había soltado algo de la boca que captara mi total atención y aunque las deliciosas imágenes del ciempiés humano competían con abordar el rabillo de mi ojo derecho amenazando con volverme a dejar en ese catatónico estado de éxtasis, tuve que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para mantener la charla sin ver el ordenador)
y… (El y… fue tajante, fue como hablar en ese lenguaje subversivo y decirle a mi madre que quería jugar al teléfono descompuesto con ella, que me moría de ganas por salir corriendo y mantener una fina charla con la chica, pero sinceramente no tenía la capacidad social de mover mi abultado trasero de la cómoda silla en la que me encontraba y tuve que esperar más información de su parte)
-Dice que te trae unas fotos (las drogas neuronales y estimulantes que suelo tomar como si fueran caramelos comenzaron hacer efecto en mi masa encefálica, las fotos,
si, esas que habías pedido hace tanto tiempo que ya ni te acordabas que existían me dijo mi mal logrado yo interior y a vistas de que en los últimos meses es más tiempo el que tardo hablando con mi cerebro que en el que le contesto a la gente mi madre opto por tomar la decisión antes que pudiera si quiera moverme)
le voy a decir que me las deje… (¡Ah! mi madre siempre temerosa de que se me vaya la olla en público)
-Bueno (conteste casi robotizado, influido mucho por los deslumbrantes ojos de Martin que me cautivaban a través de la pantalla)
Minutos después regreso con un pequeño paquete que tenia pintorescamente mi nombre escrito, creo que reconocí su letra, creo… aun así tome las medidas adecuadas, espere a que terminara la película, y busque a mi hermano
-Hola tú, ¿Me abres este paquete?
-¿Qué tiene? ( ¡Antrax! ¡Evola! ¡Es un sello del apocalipsis! ¡Una Bomba! Huyan todos, vamos a morir!!!!!)
-fotos
-¿Quién te las manda? (¿Qué es esto? ¿Un puto interrogatorio? Solo abre el maldito sobre y explota!!!)
-Viri (Zaz, la bomba exploto)
-Nel, ábrela tu, luego si trae algo (Inteligente el hombre e igual de paranoico que yo)
-Bueno
Tome el sobre y me deslice hasta el fondo de mi alcoba (jejeje ”
alcoba”) y casi con chaleco antibalas y unas pinzas me propuse abrir el dichoso paquete y disfrutar de su mortal contenido (No, la neta lo abrí bien a la brava), efectivamente el sobre contenía las fotos que en un rato de ocio, ayuno y descuido había tomado en las lejanas tierras de Arriaga cuando perdido me paseaba por el centro “Histórico” de la locación, (Mire el fondo del sobre, no tenía ni antrax ni evola) después me dispuse admirar los dagerrotipos, ciertamente era un pésimo fotógrafo, quizás lo siga siendo y mientras pasaba foto tras fotos intentaba recordar ciertos pedazos de aquella extraña excursión que hace mucho que no venían a mi mente, de todo el rollo no venia la única foto por la que quería el contenido, esa que tome al conjunto de alcohólicos aquella tarde nublada sobre la camioneta del Doc ¿Existirá esa foto? O será otro de mis recuerdos prefabricados, ni idea.
Hoy estoy aquí, volviendo a ver aquella fotos, solo hay una donde ella sale, hace tiempo que no la miraba y quiero decir sin estar drogado o sin anteojos, o de noche, sinceramente ya había olvidado cómo era, había olvidado su cara, su pelo, su forma de ser, su risa, diablos ni siquiera puedo acordarme de su segundo apellido, ¿ Gómez? ¿Martínez?, no me puedo acordar de su número de celular ni de su correo ¿Tanto tiempo ha pasado?
Y empiezo a preguntarme, que ha sido de ella, que ha sido de Abraham, de Jeny, de Mayela, de la pandilla literata, de los agregados, de Aurora, de Mike, de Enif, de Mandy, que ha sido de la coordinación, de sus maestros, de sus alumnos, de los compañeros a los que les ponía un cachito de atención, Lilia, Juanjo, el otro wey y el otro wey y la vieja esa y… y… bueno, no me acuerdo de más gente ¿Pero qué habrá sido de ellos? Acaso les sucederá como les ha sucedido a todos los demás, y hago mi rencuentro de los daños y pienso…
¿Qué fue de Dayane? ¿Dónde está Mi primera combustión?, ¿Dónde está Duque y sus desvaríos? Chiristian y el programa de radio que teníamos en la secundaria, Míguela y su eterna inocencia, Mayra y sus continuas charlas sobre video juegos, Gerardo y sus mitomanías, Mitzy y su sarcasmo, ¿Dónde está mi prepa? El rincón de la lectura con la pequeñita de ¿Cómo se llamaba? ¿Erika? Que está haciendo Lucia y sus dibujos, Oscar y sus botas, Donde esta Edgar y nuestro saludo secreto, donde están los goticos y darkies de mi generación, el pinche Alex y su gore death metal, las torres gemelas, el Zorra y sus drogas, Orlando y su café, la banda de Revenat, la banda del Carmen, la banda de antro, la banda de arqueo, ¿Dónde están todos?!!!
No lo sé…
Las cosas en esencia siguen su curso, ¿Dick?, Tengo meses sin hablar con él, ¿Dony? Ahora trabaja y no está en san Luis, ¿Piernas? Sigue su ruta al DF. ¿Annie? Ya está allá, ¿Citlaly? Meses sin verla, ¿Lorena? Se siguen enojando por cualquier tontería, ¿Gis? Te dejo por otro, perdí de vista a mis amigos imaginarios, mis pantallas de amistad, mi gente de mundo…
Y en este momento de catarsis, de transición, busco por todos los medios electrónicos saber de aquellas personas que lograron colarse en mis pensamientos y antes de teclear enter en sus blogs, en sus webs, en sus mundos, me quedo dentro del mío… ¡Ah! No mames, que vida, pasó de todo y últimamente las cosas siguen pasando, los cadáveres exhumados, los bailes demenciales, los viajes, mis internacionalizaciones, mis infiernos, mis drogas, mis fans y mis odiosos pero amados trolls… la verdad es que prefiero quedarme así, en esta zona del precipicio, abrazar mi puff, desvelarme con mis pelis y libros, trabajar para el destino y acostarme con la mañana, correr, caminar, conquistar nuevos corazones, embriagarme con la reflexión siempre lejos de la ciudad que me vio nacer y cuando recuerdo todas las sombras que se mueven meticulosamente en mi armario les prendo un tabaco y una veladora.
Aquí Aleister Curiel, el último sobreviviente de San Luis Potosí, una ciudad que enfermo de cordura, devorada por el odio y la indiferencia, anclada en la cotidianidad e inundada de reproches, una necrópolis repleta de muertos vivientes y rodeada por la desesperanza…
Aquí el último de una raza de locos soñadores, de absurdos dementes que prefirieron abrazar sus sueños a ser como los demás…
Aquí Cesar Uriel Sánchez, un hombre, una historia, un recuerdo…
Cambio y fuera.
...Y al subir al taxi
mis palabras
son vapor de cristal.
Y me dejo el alma
cuando escribo en la ventana
"que sea cierto el jamás"
¡Oh, cállate!