Bartolo iba a la escuela de 9 a 12 y antes de salir del jardín de infantes la maestra aterrorizaba a los chiquillos obligándolos a cantar una absurda canción, ya en la entrada del recinto de aprendizaje Bartolo era el único niño por el cual no iban a recogerlo, al contrario era la maestra quien lo dejaba en la puerta de su casa como una especie de paquete, a la susodicha esto no le molestaba pues era parte de su trabajo, el no involucrarse en la vida de sus estudiantes formaba parte de su política de unos años para acá, Ah… la pobrecilla no se imaginaba que Bartolo vivía en un cuchitril de porquería cuyos ocupantes llevaban muertos más tiempo de lo que el niño aparentaba tener de edad, no paso una semana para que la Maestra y sus compañeros de clase descubrieran aquel horrible secreto, lástima… fue lo último que aprendieron
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