20 may 2011

Causa y efecto

Te veo pasar por la ventana de ese bar donde tantas veces nos hicimos el amor con la mirada, llevas un suéter tejido de melancolía, muchas penas en el alma y un silencio en la garganta, olvidaste  maquillarte de mentiras y tus pantalones se ven más sueltos que de costumbre, caminas y arrastras los pies como quien no tiene ganas de usarlos.

Volteo a susurrarle a mi acompañante lo inconveniente de tu estado y ella solo contesta con silencio, una mueca grotesca y algo de risa forzada, “Te lo mereces”, yo le respondo  a mi menta con recuerdos distantes y le doy play aquellas cintas que llevaban tu nombre marcado.

Un trago a mi bebida y mi acompañante se disuelve en historias planas y melindrosos dramas, me paro, me voy, corro y no te busco, mañana habré desaparecido y todo será un sueño dentro de una pesadilla.

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