A veces cuando nadie hace ruido me concentro en ponerle atención a los tintineos de mis fantasmas, murmullos que salen de las paredes, conversaciones muy extrañas, lamentos, llantos, maldiciones, quizás hasta gritos…
En la noche es mucho peor, los oídos me retumban, la oscuridad toma formas y las colchas se revuelven como serpientes, yo intento taparme los oídos con la almohada pero el ruido nunca se detiene… nunca.
A veces cuando me concentro escucho cosas… cuando me preguntan por qué, les respondo, los muertos no hablan… susurran.
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